La lluvia y tu nombre empañado
La lluvia se ha detenido.
Las gotas al cristal
se han adherido
y tu nombre se escribe
empañado en el anormal
panorama en cierto sentido.
Allí la luz se dirige
rectilínea en la morada
a la mente más nublada.
Y tu nombre se escribe
mudado en pensamientos.
De la boca no salen alientos,
sino que con el bolígrafo se describe
algún recuerdo sin obsesión.
Será ardua tarea la misión
de encontrarte, pero con cierto arte
te buscaré en mis sueños
los cuales de mi amistad son dueños.
La lluvia ha parado y
la poesía aquí ha acabado.
Íñigo Ovejero "El Vate". 16-1-15
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