Panorámica
En un balcón irrumpo
y nadie irrumpe
en la carretera,
mas que mis supuestos
presagios
inofensivos al asfalto.
Unos dedos sostienen
mi cabeza,
que mira hacia la derecha,
hacia la izquierda,
y aún así no sabe ni dónde
se encuentra.
Dentro de ella se lucubran
mis bellos ensueños
que no son milagros,
sino imaginaciones
-tal vez realidades-.
Un día la sorpresa
asiste a nuestras mentes,
causando la mar de
corte,
causando la tensión
y el callado silencio.
La costumbre va absorbiendo
algo a lo que llamo timidez.
Nuestras bocas
irán charlando
y las palabras
revolotearán,
Entonces, tu memoria recuerda
una de mis frases:
"Qué rápido pasa el tiempo,
cuando..."
"Cuando estás hablando con
la que rompe fronteras
límites y barreras
y ha sido el motivo
por el cual no quieres
que nos separen carreteras"
Y dices:
"El tiempo y la distancia
no nos separarán jamás.
Para de pensar
Aprovecha este momento
para mirarme
y decirme:
Te quiero, A...
Los días y las noches lejanas
no las dejaré pasar,
y la brisa no ignoraré
porque ondea tu cabello.
Tu misma eres mi panorámica.
Cómplices de las rutinas
nos dejamos llevar.
Ahora, la rutina va a expirar
para dos adolescentes
con ganas de contemplar
su panorámica.
Se funden en un abrazo
que se traduce
en realidad.
Y ahora vuelvo a enfocar
la carretera que nos dista,
y el reloj miro y aún
no me voy a acostar.
No pensaré más...
Pronto, nos veremos
y seremos
el uno para el otro
panorámicas...
Íñigo Ovejero "El Vate" 18-6-15 23:36 h
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