Sirena lectora
Me sedujiste, sirena mía, te encuentro bajo
el acantilado sentada con tu sedoso cabello,
me seduces por tus facciones, el agua me trajo
hasta aquí para ver un querubín con buen destello.
Oh, sirena mía, me sedujiste, mi corazón
reconoció que eras mi amor, con razón
fuiste el alma que exhibió su amor
eras una bella dama con pudor...
Más me gustó cuándo tenías libro en mano,
eso me encantó, leyendo una joven chica...
Sabía que eras una lectora, nos conocimos
y toda nuestra vida la lectura nos implica...
Parecías fantástica, pero no, eras real
como por arte de magia, o de libro genial
la lectura nos enamoro, y la lectura nos hizo enamorar
allí se produjo el beso, la unión de tus labios
con los míos, mi recuerdo no hará olvidar
el bello libro y el bello beso, los míos
recuerdos brotarán en tu amor
y mi amor brotará en tus recuerdos.
Iñaki Bécquer
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