Agonía vespertina
Estoy agónico por la tarde, me invade la melancolía, triste viendo el pasado sol naciente
después del mediodía , me siento y reflexiono sobre qué hecho en mi oscura vida
y no he hecho nada de provecho dada la agonía vespertina y me siento impotente
ante este duro día a punto de caer la oscura noche después de mi propia mentira
que soy yo mismo, que después de tan dura vida me ha sucedido un cataclismo.
Con su rabiosa mirada me mira, me atraviesa los ojos con enfado y agonía,
y yo pensando en todo lo malo que hacía, pienso que mi enemigo soy yo mismo,
en esta extraña locura con un sinfín de fechorías y el demonio vendría
castigándome por mis demoníacas acciones que nadie más sabría en el duro
infierno, ojalá me sacrificaran para ser de nuevo puro en mi frágil existencia.
No sé lo que hacía yo; escuchando en juicio como me juzgarían y construir un muro
deberían de ponerme en la cárcel a cal y canto, sentenciado por la eminencia.
Pero soy yo un inconsciente, impotente adversario que fue mi mente,
quiero que la gente me sea sincera por mi corazón doliente.
Iñaki Bécquer
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