miércoles, 5 de marzo de 2014

Rumbo hacia la salvación- Cap.2 Mi acompañante


RUMBO HACIA LA SALVACIÓN

Capítulo 2- Mi acompañante

Ahora, voy a hablar en pasado. Ya faltaban en tres días para mi salida, pero ahora, me doy cuenta de que pagué dos entradas, porque no me gusta ir solo. Así que, fuí a ver a algunos amigos como Pedro, Miguel, Carolina y mi compañera y mejor amiga de la universidad, Silvia. Esta última es una chica muy afable y muy sociable, ella me ayuda cuando tengo problemas con los deberes de literatura, y yo, al igual, le ayudo. Los dos nos necesitamos. Su físico es notable, pelo lacio, ojos castaños y estructura suficiente como para enamorar.
Dejo el tema aparte. Entonces, fuí a ver a Pedro y me dijo que tenía que estudiar para sus recuperaciones (Pedro y su vagancia al estudiar, durante todo el año). A Miguel, también le gustaría, pero tiene los motivos mismo que Pedro -Miguel, Pedro y su vagancia al estudiar-. Solo me queda Carolina, pero tampoco podía, ¿por qué motivo? No lo sé, no me lo quiso decir.
Así que la única esperanza era Silvia.
Tuvo que dar mil vuletas para llegar y pulsar el timbre. Ya sabéis, Madrid no es llegar y besar el santo, es una ciudad preciosa pero grandiosa. 
Al fin, llegué a Callao y por fin toqué el timbre de la compañera. Me dejó entrar en casa y aproveché y le ofrecí una entrada para ir a Amsterdam. Aceptó. Un gran alivio y una gran alegría, ver como mi mejor amiga, acepta la entrada y la invitación. Lo recibí como un cumplido. Así que me fuí de lo más contento. No me importaba, atravesar la capital de norte a sur, porque la endorfina que segregaba mi cerebro, hacía a mi persona, el más feliz del mundo.
Saber que el amor "platónico" de mi vida iba a viajar conmigo a través del cielo azul y las nubes bñancas, me hace sentir como si en el paraíso estuviera. 
¡Vamos allá!

Íñigo Ovejero "El vate"

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